Un vistazo...

Las historias de horror se parecen mucho a las románticas o de amores en varios aspectos; en el sentido de que ambas pueden tornarse en terrorificas. Pon un vaso de agua a tu lado y apaga las luces. Y lee!!...lee!!...
A continuacion te narraré las historias mas deformes y espeluznantes, una que otra nostalgica y sublime, en fin, quiero que experimentes las mas diversas emociones.
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lunes, 1 de junio de 2009

LA MISIVA INTERRUMPIDA

El príncipe oscuro llegó a su castillo, se apeo del caballo y corrió con todas sus fuerzas hasta su escritorio en la torre más alta, donde reinaban las tinieblas y no existía luz. Y recordando el reciente incidente con su dama escribió y escribió, mientras contemplaba el desolador panorama de su lóbrego y espeluznante reino:

“Aquí, sentado y embelesado por una súbita idea, ante mis ojos casi llorosos una hoja de papel una pluma vieja y una mano trepidante excitada y deseosa de emplear los objetos mencionados para transformarlos en arte, arte para sus ojos y para mis ojos, en especial para los suyos, mi tierna señorita.
Veo pues que su presencia me perturba, me inquieta pero ¿qué puedo yo hacer? me siento su esclavo y a pesar de que no llevo cadenas estas las llevo en la mente y me aprisionan a usted, y extrañamente me siento feliz de aquello porque no creo que exista un castigo de tanto privilegio como este en el universo y en el cosmos.

Siento pues que me golpea cuando no me ve, que me castiga cuando no me habla y que me hiere sangrante cuando por estos motivos me es indiferente, no me queda más que recuperarme pensando que está usted saludable, que será feliz y que seguirá siendo la tierna señorita que un día conocí y que tal imagen la llevo clavada en este corazón mío que vibra y se apasiona.

¡Déjame morir pero morir a tu lado aunque no me ames de esa forma moriría con la sonrisa en los labios!, ¡déjame morir, si, pero aunque sea dime: "te amo”, te juro que mis ojos y mi alma llegarían a su ocaso de la forma más feliz que pueda usted y yo imaginar!

creo que usted sabe quién soy, tal vez reconozca esta letra y tal vez pueda distinguir lo que contiene este papel en mi mirada, porque desde el tiempo en el que a usted conozco siento que las fuerzas para ocultar mis pensamientos me abandonan y que son mis ojos los que reflejan esa debilidad que espero sea efímera porque ya no puedo más”.

Acto seguido se levantó sonriendo malévolamente y quemó la hoja susurrando: “ni lo sueñes”

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